VOLVER
De una larga ausencia por culpas compartidas,
vuelvo.
Desde una oscura ceguera gélida,
regreso.
Fría alma mía
en fría consciencia sumida.
Fríos ojitos míos
cuyos párpados aletean acomodándose a una luz
que antes las lágrimas le negaban,
aquellas a las que el cálido amor de unos pocos evaporó
convirtiéndolas en negros nubarrones
alejándose de mí en busca de otras víctimas.
Por esto y gracias a ellos,
regreso.
Pacientemente, sin palabras, anhelantes, sufridores de mi dolor
me gritaron sin fatiga:
que el sentido está en mi amor,
que la esperanza está en mi espera,
que mi silencio les silenciaba,
que queriéndome a mí tanto, yo debía quererme.
Y por ellos y con ellos
vuelvo a derramar mis palabras.
De la mano de la antorcha de luz
que ellos encendieron y me encomendaron.
Gracias por obligarme a regresar a volcar mi corazón.
Ramón Murias Granell.
Noviembre 2008.

3 comentarios:
Emocionante ver como desgarras tu alma en esta poesía.
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