Brotan palabras emocionadas
de mi boca ansiosa
y de mi loca pluma.
Hacia dianas especiales
objetos de mi amor,
almas a las que tanto entregué,
sin ser moneda de cambio,
esperando tan sólo que nunca
me devolviesen ni dolor ni oscura pena.
Y me oyen.
Pero no me escuchan
inútiles para una palabra de recibí.
No lo harán por vergüenza
¿serán rencorosas?
¿les enmudeció su conciencia?
Dicen que huir es de cobardes...
¿de quiénes es abandonar a alguien en su huída?
miércoles, 7 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario